Zanahorias ecológicas
La zanahoria es la más vitaminizante y mineralizante de todas las raíces comestibles y uno de los recursos terapéuticos más valiosos para tratar padecimientos. Al tratarse de una raíz, absorbe los nutrientes del suelo y los asimila en forma de azúcares. Cuanto más fértil el suelo, más nutrientes.
Originaria de Afganistán. En los pueblos ribereños del Mediterráneo se consumía zanahoria hace dos mil años, pero hasta el siglo XVII no se extendió la variedad de zanahoria que hoy en día consumimos, de procedencia holandesa.
La zanahoria es la hortaliza más importante de la familia de las umbelíferas, también denominadas apiáceas. Esta raíz destaca por su abundante contenido en sustancias aromáticas.
Propiedades:
Su color naranja delata su riqueza en betacarotenos o provitamina A -pigmento natural que el organismo transforma en vitamina A o retinol-. Esta vitamina es esencial para la visión, el buen estado de la piel y el correcto funcionamiento de nuestras defensas. Alimento muy útil para quien padece problemas oculares como fotofobia, sequedad ocular o ceguera nocturna. Además, es una hortaliza recomendada para quien padece carencias de vitamina A, por seguir dietas bajas en grasas o bien por tener necesidades nutritivas especiales (periodos de crecimiento, embarazo y lactancia materna).
Excelente fuente de vitamina E y de vitaminas del grupo B como los folatos y la vitamina B3 o niacina. La niacina o vitamina B3 nos ayudará al buen funcionamiento del sistema digestivo y el buen estado de la piel.
Su función antioxidante, presente en los betacarotenos y vitamina E, fortalece al organismo ante los efectos dañinos de los radicales libres. El consumo habitual de zanahorias contribuye a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, degenerativas y de cáncer.
En cuanto a los minerales, destaca el aporte de potasio junto a cantidades discretas de fósforo, magnesio, yodo y calcio. El potasio es un mineral necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal, además de intervenir en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.
Entre sus propiedades curativas destacamos:
• Poder antiparasitario o vermífugo, debido a la presencia de un aceite esencial que, junto con las pectinas (fibra soluble) presentes en cantidades considerables, proporciona a la zanahoria un alto poder de gelificación y de acción astringente, muy útil en caso de diarrea. Si se consume cruda, su contenido en fibra insoluble favorece la función intestinal, lo que resulta beneficioso en caso de estreñimiento.
• Estimula el apetito debido a las sustancias aromáticas que posee. Muy usada para combatir la anemia pero también la depresión.
• Diurética.
• Aumenta la menstruación por incremento de la producción sanguínea en la zona de la pelvis y el útero, muy útil para remediar las anomalías como los casos de dismenorrea (menstruaciones irregulares y dolorosas) y amenorrea (falta temporal de menstruación)
Zanahoria en nuestra mesa…mejor ecológica.
Admite mil y una formas de presentación en la comida.
Una parte importante de las vitaminas se concentra en la piel. Al comer zanahorias ecológicas, bien lavadas con agua y conservando su piel, estaremos aprovechando mejor sus nutrientes y tranquilos de no estar intoxicando nuestro cuerpo ni la tierra dónde se cultivó. Por tanto, lo mejor es tomarla cruda y masticarla bien. Si la tomamos entera y a bocados, fortalecemos dientes y encías. En ensaladas, como aperitivos sola o acompañada con otras hortalizas crudas, quesos, fruta, etc. Ralladas, troceadas o licuadas en un refrescante y reconstituyente zumo.
Cocinadas o al vapor pueden servir de complemento de guisos de otras verduras, legumbres, carne o pescado. Aunque esta polifacética raíz también es protagonista de muchos platos: purés o cremas, postres, pudines…
Algunas recetas de temporada
• Espaguetis con setas e hinojo
Consejos para su conservación:
Su respiración es baja, por lo que aguantan bien varias semanas en lugares frescos.
Sin embargo, procurad no almacenarlas junto a frutas que expulsan gas etileno de forma natural en su proceso de maduración (plátanos, manzanas o melocotones), pues el etileno confiere sabores amargos a las zanahorias.
Zanahorias en La Garbancita
Disponemos de las ricas zanahorias segovianas de Ecoeduco (Segovia), procedentes de suelos frescos y arenosos, muy apropiados para este cultivo. Variedad naranja y morada (en su temporada).