dialogo productores agricultores consumidores

¿Conoces los cítricos autóctonos del Guadalhorce?

En la Cooperativa de El Guadalhorce Ecológico estamos apostando por recuperar variedades autóctonas desplazadas en los últimos años por las variedades híbridas. Os presentamos la Naranja Grano de Oro Dulce y la Mandarina Castellana.

Las condiciones climáticas y la abundancia de agua favorecieron el desarrollo de los cítricos en la comarca del Guadalhorce (Málaga), siendo uno de sus cultivos más importantes. Las principales especies cultivadas son limonero (4.500 Ha), naranjo (3.600 Ha) y mandarino (675 Ha). Ocupan el 62,14% de las tierras de regadío y representan el 32.8% de la producción total de la provincia.

 

NARANJA GRANO DE ORO DULCE

Es una naranja con mucho zumo y un sabor característico muy dulce, nada ácido y ligeramente floral. El fruto contiene numerosas semillas, lo que la hace más interesante para hacer zumo que para consumo de mesa. Se recolecta de Diciembre a abril.

Una analítica realizada por la Universidad de Córdoba concluyó que la Naranja Grano de Oro Dulce, variedad autóctona del Valle del Guadalhorce, recuerda a las naranjas autóctonas del valle del Guadalquivir, la Salustiana y la Cadenera, que son también muy florales, afrutadas, dulces y jugosas. Pero su perfil sensorial es diferente.

El “Naranjo Dulce” procede de las regiones sudorientales de Asia, en concreto de la zona sudeste de China y el archipiélago malayo. Con el paso de los siglos muchas variedades han llegado a adaptarse a las distintas condiciones climáticas y a las preferencias individuales de los distintos pueblos, como es el caso de la “Naranja Dulce” en la comarca del Valle del Guadalhorce, muy apreciada en la zona desde tiempos pasados por su escasa acidez y sus propiedades curativas, ideal para niñ@s y enfermos.

 

MANDARINA CASTELLANA

Su corteza es de color naranja claro, con tonalidades amarillentas, e intenso brillo, fácil de pelar. Pulpa jugosa de muy buena calidad, variedad con muchas semillas y un sabor peculiar, más intenso y dulce que el de la mayoría de las mandarinas,.

Es un frutal cultivado en la Comarca del Valle del Guadalhorce, especialmente en las huertas de regadío ubicadas en las riberas del río Guadalhorce, y sus afluentes: Río Grande y Fahala.

Aunque cultivo en El Guadalhorce es probable que se originase con su entrada en la Península Ibérica de la mano de los árabes, su expansión en el valle se produjo a lo largo del siglo XIX, tras la crisis de la actividad pasera y vitícola, cuando la burguesía malagueña transformó el Valle del Guadalhorce, aumentando la superficie regable y extendiendo el cultivo preexistente. A partir de1970, su cultivo se ha reducido notablemente, por eliminación de mandarinos o cambio de variedad, como consecuencia de los bajos precios del mercado al surgir variedades más resistentes a enfermedades y más comerciales.

Cooperativa El Guadalhorce Ecológico