Cuarenta y tres años de política agraria común europea
- Destrucción de la soberanía alimentaria de los pueblos elevando barreras infranqueables para 2000 millones de personas que, privadas de sus medios de producción y con escasos recursos, tienen difícil acceso a alimentos sanos y suficientes.
- Industrialización de la producción y transformación de alimentos rebajando los costes por razones competitivas, arruinando a las pequeñas explotaciones y saturando el mercado de comida repleta de productos químicos causantes de múltiples enfermedades.
- Maltrato de los animales por parte de la industria como si fueran fábricas de carne, leche y huevos, en condiciones de hacinamiento, stress, enfermedades y medicalización responsables de los virus mutantes que amenazan la salud pública mundial.
- Mercantilización de los alimentos que, lejos de tratarse como la base de un derecho humano fundamental, se convierten en mercancías cuya única finalidad es producir beneficios.
- La globalización y distribución de mercancías alimentarias es la causa de la industrialización y los monocultivos para los mercados internacionales, desatendiendo las necesidades alimentarias del propio país.
- Especulación sobre las mercancías alimentarias en los grandes mercados internacionales provocando escasez y carestía de los alimentos que constituyen la dieta básica de millones de personas y produciendo hambre, desnutrición y muerte.
- Dedicación de inmensos territorios a la producción de agrocombustibles para la sostenibilidad de la industria automovilística mundial en manos de 20 multinacionales, con el cínico argumento de reducir las emisiones de CO2 y frenar el calentamiento atmosférico y el cambio climático.
- Desregulación progresiva del mercado alimentario internacional para favorecer a las multinacionales y perjudicar a los pueblos, bajo los auspicios de la OMC y la UE.
- Cambios forzados en las pautas tradicionales alimentarias de los pueblos para inducir al consumo de los alimentos globalizados.
- Destrucción de empleo rural, urbanización patológica, contaminación de la tierra, el agua y el aire, pérdida de biodiversidad, migraciones masivas y exclusión social son el triste resultado de casi medio siglo de políticas agrarias y alimentarias de la Unión Europea.