La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)

En 1943, la ONU realizó la primera “Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Alimentación y la Agricultura” en Hot Springs, Virginia, EEUU. Esta conferencia, se dedicó a los problemas de desnutrición y desabastecimiento  alimentario agravados por la 2ª Guerra Mundial. Para resolver estos problemas, la ONU creó la FAO (Food and Agriculture Organization of the United Nations) ,Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agriculturaque se constituyó en Québec-Canadá en 1945.

La FAO se concibió como una organización consultiva compuesta por gobiernos y radicada en Roma. Comenzó con 42 miembros y actualmente cuenta con 193 miembros.. Su actividad consiste en detectar los problemas alimentarios mediante encuestas a los países miembros, fomentar la cooperación en materia de agricultura y abastecimiento, recomendando políticas de producción y utilización de los excedentes alimentarios, asistencia técnica e investigación, organización y educación.

La FAO viene realizando Campañas Mundiales contra el hambre desde 1960. La Primera Campaña Mundial, se desarrolló entre 1960 y 1965. En el contexto de dicha campaña el Congreso Mundial de la alimentación (Roma 1963), propuso intervenir a través de la ONU en los procesos de producción, distribución y consumo de alimentos. En el documento “Principios y Métodos que rigen la Campaña Mundial contra el hambre” se establecieron las políticas respecto a: 1) Fertilidad de la Tierra (abonos, aguas, erosión, rotación de cultivos, …), 2) cultivos (promoción del cultivo de arroz y legumbres, protección fitosanitaria, jardines y bosques), 3) producción animal (granjas industriales, lucha contra los parásitos, inseminación artificial), 4) pesca (modernización y mecanización, piscicultura) , 5) bosques (producción de madera para leña, talada racional, plantación de especies de crecimiento rápido), 6) tratamiento, conservación y transporte de los alimentos.

Lo que realmente supuso la lucha contra el hambre de la ONU a través de la FAO, ha sido la globalización de la revolución verde, la industrialización y la producción y distribución de alimentos a gran escala para el comercio mundial así como la introducción masiva de abonos, pesticidas, insecticidas y conservantes de origen químico en los alimentos.

Estas políticas, lejos de resolver los problemas de la agricultura y la ganadería para dar de comer a todo el mundo, han resuelto los problemas del gran capital invertido en el agronegocio, aumentando los problemas de hambre y desnutrición. También han resuelto los problemas de empleo de miles de funcionarios y burócratas que con sus encuestas mundiales, nos informan periódicamente del avance del hambre y las enfermedades alimentarias sin tomar partido contra sus causas.

El actual director de la FAO, Jacques Diouf, advirtió recientemente que si los gobiernos no frenan la subida de precios del arroz, el trigo y el maíz, el hambre y el malestar social desembocarían en grandes disturbios. El arroz ha subido de 300 dólares por tonelada en 2007 a 550 dólares en Abril de 2008, el trigo de 200 a 400 dólares y el maíz de 180 a 215 dólares. Los precios de los cereales han subido en el último año un 88%. En muchos países la cesta básica de alimentos ha aumentado su precio el 57% en un año. El aumento de la producción de cereales crecerá en 2008 el 2,6% pero la demanda para consumo animal y para los agrocombustibles así como la subida del precio de los carburantes, seguirán empujando los precios al alza. La crisis financiera que se abate sobre la economía mundial desde octubre de 2007 produciendo una cierta bajada en el precio desmesurado de los alimentos pero a causa de aumentar el desempleo, la precariedad y la exclusión. La carestía de los alimentos no significa lo mismo en las grandes superficies de los países ricos, que en los 37 países más pobres en los que el 70% de los ingresos familiares se destinan a la alimentación. Las revueltas por hambre en Haití, Egipto, Camerún, Senegal e Indonesia han ocasionado cientos de muertos y heridos.

La FAO propone reuniones internacionales para recaudar fondos con los que realizar un reparto gratuito de semillas y fertilizantes que aumenten la producción en estos países. Estas buenas intenciones se ven amenazadas por el déficit o el exceso de lluvias, la escasez de reservas mundiales de cereales y la recesión de la economía mundial. Todo menos afrontar el problema de fondo: la mercantilización, industrialización y control de los alimentos por parte de las multinacionales.