Pepino: rejuvenece por fuera y sana por dentro

El pepino nos anticipa el verano. Sus propiedades nutricionales y saludables mantienen el cuerpo sano y joven por fuera, mientras que depura y regula nuestro organismo por dentro.

El pepino y su familia

El pepino, cuyo nombre científico es Cucumis sativus, pertenece a la familia de las cucurbitáceas, plantas rastreras en las que se incluyen frutas y hortalizas tan conocidos como melón, sandía y calabaza.

Entre las más de 50 variedades diferentes, con diversas texturas y tonalidades, el más común es el pepino corto, con piel verde oscura y pulpa entre blanca y amarillenta. Los pepinos recolectados antes de su maduración y adobados en vinagre constituyen los famosos «pepinillos».

Su origen

El pepino procede de la India, donde se cultivaba hace más de 3000 años. Su expansión llegó con los egipcios. Algunos historiadores desvelan que los beneficios del pepino para la piel eran conocidos por Cleopatra, que los utilizaba como secreto de su belleza. Probablemente fue llevado hacia Europa por los romanos. Hoy en día, la planta de pepino es una de las más cultivadas en el mundo, compite con las plantas de tomate, cebolla y col.

10 beneficios nutricionales y saludables del pepino:

  1. Alimento ligero, que sacia y ayuda a combatir la obesidad. Con tan sólo 20 calorías por 100 gramos y con un 96% de agua, el pepino se convierte en un vegetal de temporada presente en dietas de adelgazamiento y desintoxicación.
  2. Depura el organismo. Ayuda a eliminar el ácido úrico, evitando la retención de líquidos en el organismo. Por sus propiedades laxantes, limpia el intestino de residuos. Incluir pepino en la dieta ayuda a eliminar los cálculos renales.
  3. Regula la flora intestinal por la acción de la enzima erepsina, que ayuda a asimilar mejor las proteínas y a proteger la mucosa gástrica.
  4. Regula la presión arterial por su combinación en potasio, magnesio y fibra.
  5. Contiene sílice, un mineral muy útil para la salud de uñas, cabello, huesos y varios tejidos corporales. Fortalece los tejidos conectivos del cuerpo: músculos, cartílagos, tendones, ligamentos y huesos.
  6. Cuida de la salud del corazón, gracias al aporte de minerales como potasio y magnesio que benefician el sistema cardiovascular.
  7. El pepino es muy rico en vitaminas A, B y C, con importantes propiedades antioxidantes. Para aprovechar al máximo el aporte de vitaminas es importante consumir pepinos con su piel -donde se encuentra un gran porcentaje de sus nutrientes- y, mucho mejor, pepinos ecológicos (sin químicos ni transgénicos).
  8. Lucha contra el cáncer. En los pepinos encontramos tres lignanos -Secoisolariciresinol, lariciresinol y pinoresinol- que están fuertemente ligados a la prevención de varios tipos de cáncer, como el de mama. ovario, próstata y útero.
  9. Cura los dolores de cabeza. Los pepinos contienen mucha vitamina B, azúcar y electrolitos necesarios para prevenir el dolor de cabeza al despertar y la resaca.
  10. Encías saludables y aliento fresco. El jugo del pepino al ser masticado, sana y refresca las encías enfermas y el aliento. Basta con poner una rodaja de pepino entre los dientes durante media hora para que las bacterias que causan el mal aliento «mueran».

 

Y, además, actúa como remedio tópico:

  • Salud para la piel. El pepino es muy rico en ácido cafeico y ascórbico, dos sustancias antiedematosas que combaten el exceso de líquido en los tejidos inflamados. Consigue efectos hidratantes, relajantes y antiinflamatorios al aplicarlo sobre este órgano tan afectado por las agresiones medioambientales y el propio envejecimiento. Recomendado para personas que padecen psoriasis, dermatitis, eczemas, acné y quemaduras solares.
  • Salud para los ojos. Indicado para relajar los ojos cansados, aliviar el enrojecimiento por conjuntivitis y curar orzuelos. Aplicar sobre los párpados dos rodajas de pepino recién cortadas tiene efectos de colirio natural y ayuda a rebajar las hinchazones y ojeras después de una jornada larga de trabajo.

También puede utilizarse en tratamientos cosméticos. Constituye la base de mascarillas y cremas limpiadoras. Posee propiedades astringentes, refrescantes, antiinflamatorias y neutraliza la piel grasa.

¡Al rico pepino!

Lo más común es comer pepino fresco y crudo solo o acompañado con diversos vegetales en ensalada. Mejor comerlo con piel, ya que mantiene así todas sus vitaminas y fibra, especialmente si son ecológicos, garantía de que no contiene químicos ni transgénicos.

Sin embargo, existen otras formas de incluirlo en la dieta, todas muy refrescantes y nutritivas. Junto al tomate es uno de los platos más famosos del verano, el gazpacho -y el salmorejo típico de Andalucía-. Licuado con menta se convierte en un aperitivo saludable. También puedes hacerlo relleno de verduras, pescado o carne. Por último podemos darle más protagonismo a la piel, rallada finamente y agregada a una ensalada.