Otoño en Finca Doscastaños: lluvia y frío para recuperarse. En nuestras mesas, frutos secos de avellanos, higueras y castaños

Otoño en Finca Doscastaños: lluvia y frío para recuperarse y afrontar el invierno.
En nuestras mesas, los frutos secos de avellanos, higueras y castaños.
La Garbancita Ecológica, en nuestra apuesta por una cooperativa integral construimos diálogo y cooperación entre los eslabones de la cadena alimentaria.
No solo prestamos cuidadosa atención a lo que ocurre en el campo sino que nos lo cuentan agricultoras, ganaderos y elaboradoras.
De ese modo estamos más cerca de ajustar nuestras necesidades a las estaciones y compensar los desórdenes climáticos con responsabilidad:
1.- en la reducción de desperdicio alimentario y de envases;
2.- en la limitación de compras innecesarias;
3.- pero también sabiendo lo que el campo da y cómo lo da.
Así vamos avanzando en el otoño.
Conocemos cómo avanza en las fincas, cómo cambian las labores productivas y cómo la tierra cambia según cambia la temperatura y llegan las lluvias tan deseadas.
Eva y Silvano, de Finca Dos Castaños, (Aldeanueva de La Vera -Cáceres) nos relatan hoy su actividad acompasada con este otoño de 2022.
Al tiempo, esperan la respuesta amiga del consumo consciente y responsable, conocedores, como nosotros, de que ambos eslabones de la cadena nos necesitamos recíprocamente.
Cuidar las cooperativas de consumo responsable como La Garbancita y favorecer su crecimiento y difusión, es un paso necesario para construir una Alimentación Agroecológica más fuerte y sostenible.
Y ellos nos cuidan con sus productos y sus relatos.
“Las lluvias, afortunadamente, llegaron puntuales. Cuando suelen llegar todos los años, a mediados del mes de septiembre.
El manantial de casa no se agotó, las lluvias comenzaron antes de que se secara.
Y la lluvia nos quitó bastante trabajo porque dejamos de regar.
En una zona de la finca, pusimos hace dos años unos 200 cerezos. Están aún pequeños y en verano tuvimos una etapa complicada en la que no pudimos regar.
Afortunadamente, como escogimos patrones bastante rústicos -que aguantan el exceso y la falta de agua- parece que han sobrevivido todos. Y la lluvia les da sosiego, a ellos y a nosotros.
Los castaños pequeños agradecieron la llegada de la lluvia. También los olivos y la huerta. A todos les vino de maravilla.
El campo y la tierra, támbien agradecidos, vieron crecer la hierba tras las primeras lluvias. Se empapó toda la tierra y todo se puso verde.
Aun así, hay fuentes internas que están bastante secas y les costará recuperarse porque necesitan mucha, mucha agua. Tendrá que llover bastante más para recuperarse.
Afortunadamente, estamos teniendo un otoño húmedo y con abundante agua.
Con la llegada de las lluvias a mediados de septiembre, se terminó la temporada del arándano y del higo.
Cuando llega el agua, los higos se estropean.
Pudimos recolectar más o menos la mitad de la cosecha de higos y los pusimos a secar.
Terminamos con la castaña temprana. Este año, el calor ha afectado mucho a la castaña, por lo que su cosecha ha sido muy escasa.
El otoño ha transformado toda la finca.
Además de empapar bien las tierras, y devolver al suelo el verde, las hojas de los cerezos se han teñido de colores púrpura, diversos amarillos y distintos rojos.
Nos aproximamos a la última cosecha del año, el kiwi.
Normalmente se empieza a recolectar a finales de noviembre, cuando la planta otoña. En ese momento, deja ya caer las hojas y ya no le va a aportar más nutrientes y azúcares a la fruta.
Es el momento idóneo, cuando todavía no han llegado las heladas que pueden afectar al fruto.
El kiwi se recoge antes de las heladas y cuando no está maduro del todo. Tiene una cantidad suficiente de azúcares para que pueda madurar lentamente. Ayuda a su maduración el guardarlo con manzanas, pero de primeras está duro y aún verde.
Parece que la naturaleza lo hace en el momento adecuado.
El kiwi llega repleto de vitamina C, en la época de los catarros y las gripes, para protegernos del invierno, entre otras cosas.
Es una fruta muy especial y su consumo está muy recomendado de cara al invierno.
Y nuestra finca, al pie del bosque, forma parte de él.
Los árboles se están preparando para dormir este invierno.
Deseamos que siga llegando más agua. Se pronostica que así será, aunque no sabemos hasta cuándo. Y también, que va a venir el frío.
Si no caen heladas muy grandes, será mejor.
Porque la naturaleza ahora necesita el frío para prepararse para invernar.
Y si sigue lloviendo podrán rellenarse las fuentes, que arrastran una sequía que no es sólo de este verano, sino de unos pocos años.”
La finca de Eva y Silvano afronta el invierno con un otoño generoso en lluvias. Esperan que estas aguas repongan las fuentes y fortalezcan los árboles castigados por la sequía.
Mientras, en nuestras mesas, disfrutamos de sus castañas, avellanas e higos secos. Estos frutos secos nos traen, en forma de nutrientes, los sabores y colores de ese mosaico de frutales al pie del bosque mediterráneo que ellos cuidan.
Te sugerimos visites la sección Diálogo Agricultores-Consumidores de nuestra web.
Editorial del Boletín semanal de La Garbancita Ecológica de la CB 30 de noviembre de 2022.
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